Por: Mtro. Luis Ángel Vázquez Claudio
Se concretan las políticas públicas que el ejecutivo federal pretende implementar con el fin de revalorizar y reposicionar en el tejido social a los maestros y maestras de México.
La “Nueva Escuela Mexicana” es un modelo de construcción paulatina que pretende concretarse en una educación basada en un enfoque humanista, bajo una visión de formación integral y para la vida, que supera las asignaturas tradicionales, integrando en el currículo escolar, perspectiva de género y aspectos relacionados con formación ciudadana, cultura de paz, activación física, deporte escolar, arte, música, además de valores e inclusión. La realidad es que estos aspectos ya se trabajan de manera formal, no obstante, la apuesta es solidificarlos.
¿Cuáles son las características de la NEM?
Destaca la idea de una educación regionalizada, considerando realidades:
- Económicas
- Geográficas
- Sociales
- Culturales
Además de la promoción formal de los estilos de vida saludables, educación sexual, la literacidad, entre otros aspectos que habrán de concretarse en los nuevos planes y programas de estudio.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) pretende incrementar el número de escuelas de tiempo completo; Crear un mecanismo para entrega eficiente y oportuna de los recursos (principalmente económicos) a las escuelas, dotarlas de servicios e infraestructura digna, además de acceso eficiente a las nuevas tecnologías. Todo esto, centrando sus esfuerzos en las zonas más desfavorecidas, pretendiendo así cumplir con el precepto de equidad educativa, entendiendo éste, no como una distribución igualitaria de recursos, sino como un mecanismo para dar más a quien más lo necesita.
La idea esencial de la nueva política educativa es que los centros escolares, sean espacios que promuevan la equidad y la inclusión, reconociendo la diversidad en nuestro país, la cual se pretende proyectar sólidamente en los planes de estudio.
Bajo el lema “la Nueva Escuela Mexicana, la construimos todos”, la actual política educativa pretende que la escuela sea una escuela abierta a la sociedad, convirtiéndose, en un lugar de aprendizaje donde no solo los niños, jóvenes y adultos aprenden, sino que el conocimiento trasciende e impacta a la comunidad.
En cuanto a la figura y desempeño del magisterio nacional, la actual política educativa, enfatiza la importancia de la formación y acompañamiento docente, estrategia que, se espera, sea atendida por el organismo que habrá de sustituir al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, que será el encargado de valorar la profesión docente y fortalecer las escuelas normales.
