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La preparatoria es una etapa llena de retos, cambios y oportunidades.

Es el momento en el que empiezas a definir tu futuro profesional, a desarrollar tu identidad y a relacionarte con personas diferentes. Sin embargo, también puede ser una etapa de mucho estrés, ansiedad y presión. Los exámenes, las tareas, los proyectos, las expectativas, los conflictos, las decisiones y las responsabilidades pueden generar un nivel de tensión que afecte tu bienestar y tu rendimiento.

El estrés no es necesariamente malo. De hecho, puede ser un estímulo positivo que te motive a superarte y a enfrentar los desafíos. El problema es cuando el estrés se vuelve crónico o excesivo, y te impide disfrutar de la vida y de tus logros. El estrés puede causar síntomas físicos como dolor de cabeza, insomnio, fatiga, problemas digestivos o cambios de peso. También puede causar síntomas emocionales como irritabilidad, tristeza, ansiedad, miedo o baja autoestima.

Por eso, es importante que aprendas a manejar el estrés y a cuidar tu salud física y emocional durante la preparatoria. Aquí te damos algunos consejos y estrategias que te pueden ayudar:

Organiza tu tiempo y tus actividades

Una de las principales fuentes de estrés en la preparatoria es la falta de organización. Si no planificas tu tiempo y tus actividades, puedes sentirte abrumado o abrumada por la cantidad de cosas que tienes que hacer y por los plazos que tienes que cumplir. Por eso, te recomendamos que te hagas un horario semanal donde anotes todas tus clases, tareas, proyectos y compromisos. Asigna un tiempo estimado para cada actividad y respeta tu horario. Prioriza las tareas más importantes o urgentes y no dejes todo para el último momento. También deja espacios libres para descansar, divertirte o imprevistos.

Establece metas realistas y alcanzables

Otra fuente de estrés en la preparatoria es la presión por cumplir con las expectativas propias o ajenas. A veces puedes sentir que tienes que ser el mejor o la mejor en todo, que no puedes fallar ni equivocarte, o que tienes que complacer a todos. Esto puede generar una frustración o una ansiedad que te impida avanzar o disfrutar de tus logros. Por eso, te sugerimos que establezcas metas realistas y alcanzables para ti mismo o misma. No te compares con los demás ni te exijas más de lo que puedes dar. Reconoce tus fortalezas y debilidades y trabaja en mejorarlas. Celebra tus avances y aprende de tus errores.

Busca apoyo y ayuda cuando lo necesites

Otra fuente de estrés en la preparatoria es el aislamiento o la falta de comunicación. A veces puedes sentir que nadie te entiende o te apoya, o que tienes que resolver todo por tu cuenta. Esto puede generar una sensación de soledad o de impotencia que te afecte emocionalmente. Por eso, te aconsejamos que busques apoyo y ayuda cuando lo necesites. No tengas miedo ni vergüenza de expresar tus sentimientos, dudas o problemas a las personas que te quieren y te respetan: tu familia, tus amigos, tus profesores o un profesional de la salud mental. Ellos pueden escucharte, orientarte, acompañarte y darte consejos para mejorar tu situación.

Practica hábitos saludables para tu cuerpo y tu mente

Otra fuente de estrés en la preparatoria es el descuido de tu salud física y mental. A veces puedes olvidarte de cuidarte a ti mismo o misma por estar enfocado o enfocada en otras cosas. Esto puede generar un deterioro de tu bienestar y tu calidad de vida. Por eso, te invitamos a practicar hábitos saludables para tu cuerpo y tu mente. Procura dormir bien, al menos 8 horas diarias, para descansar y recuperar energía. Aliméntate de forma balanceada, evitando las comidas chatarra o muy pesadas. Hidrátate constantemente, bebiendo agua natural o infusiones. Haz ejercicio regularmente, al menos 30 minutos al día, para liberar tensiones y oxigenar tu organismo. Y relájate, haciendo actividades que te gusten y te hagan sentir bien: leer, escuchar música, meditar, etc, prioriza tu cuidado personal.

Disfruta de la preparatoria y de sus oportunidades

Finalmente, te recordamos que la preparatoria no es solo una etapa de estrés, sino también de oportunidades. La preparatoria es un espacio donde puedes aprender cosas nuevas, desarrollar tus habilidades, explorar tus intereses, conocer personas diferentes y crecer como persona y como estudiante. Por eso, te animamos a disfrutar de la preparatoria y de todo lo que te ofrece. Aprovecha las clases, los proyectos, las actividades extracurriculares, los viajes, los eventos y las experiencias que se te presenten. Sé curioso o curiosa, creativo o creativa, participativo o participativa y responsable. Diviértete, ríe, sueña y vive al máximo esta etapa única e irrepetible de tu vida.